Las vértebras, tanto a nivel cervical como dorsal y lumbar, están separadas por unos discos que hacen de amortiguador y permiten el movimiento entre ellas. Cuando uno de estos discos sale de su sitio se llama protrusión o hernia discal y pueden provocar compresión de alguna raíz nerviosa o de la misma médula espinal. Son más frecuentes en personas con sobrepeso, aquellas que levantan pesos, o que por edad o falta de actividad física tienen pérdida de masa muscular.
Pueden tratarse con medicación, rehabilitación, técnicas mínimamente intervencionistas como la radiofrecuencia, y en algún caso, no hay más remedio que llegar a la cirugía.